Ensayo escénico sobre el duelo
Con el corazón hirviendo y el ímpetu por hacer teatro, me embarqué en un viaje de construcción escénica durante algunos meses, convertí noches del poemario en dramaturgia, produje y dirigí una pieza a la que llamé «Mi muerte: ensayo escénico sobre el duelo» con un mes de funciones en el Teatro Lúcido.
Un tiempo después de publicar Mi Muerte quise llevarlo a escena, con la certeza de que el dolor es tanto una experiencia personal, como una experiencia humana, lo que lo hace universal y cotidiano. No obstante, las dificultades que nos encontramos para hablar de él son varias. En especial, destaqué una: la indiferencia. Como humanidad hemos legitimado el rechazo al dolor, al duelo consciente y a la pérdida, nuestra mirada se ha vuelto fría ante la miseria de los seres humanos que se duelen en este mundo. Me parece que por la falta de empatía, por la desesperanza colectiva y por la irresponsabilidad del que frecuentemente se encarga de sí mismo sintiéndose políticamente no culpable e indiferente al dolor ajeno.
© 2021 Naza Gómez | Todos los derechos reservados
nazalyoram@gmail.com
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